domingo, 23 de enero de 2011

Florece y siente

Millones de flores habitan en miles de prados, de bosques, de montañas, de ciudades.......todo el planeta esta lleno de estas misteriosas flores, cada una tiene su forma de vivir en los distintos lugares en los que habita, unas son mas grandes y mas fuertes, otras son mas feas y débiles, otras son mas bonitas y pequeñas, pero todas las flores tiene algo para ser capaces de atraer a las demás.
La historia cuenta lo que le ocurrió a una de ellas, nada bueno, pero es algo que sirvio para que las demás flores se diesen cuenta de muchas cosas... .
Un mísero trébol enamorado de una rosa no era capaz de conquistarla, ¿por que mísero trébol?, porque para aquella rosa solo era un mísero trébol, un objeto de risa y de burla, quizás porque no era suficiente para ella, ¿quien sabe?. Un clavel había de ser si quería enamorarla, y como un clavel se quiso comportar, ¿pero como debía hacerlo?, era algo imposible, él no era un clavel, y antes de darse cuenta, un clavel llegó para apoderarse de aquella rosa, aquella rosa que se dedicaba a burlarse de su pretendiente.
Aquella rosa y aquel clavel se juraron amor eterno y pasaron largos y largos días juntos. Al paso del tiempo aquel clavel que para ella era suficiente llenó de sangre sus petalos rojos, pues mas rojos se hicieron. Aquella rosa aguantaba día tras día mientras que veía como su aspecto cambiaba de forma y cada vez se llenaba mas de sangre.... .
¡Ayuda!, eso gritó aquella rosa, mientras seguía demacrándose mas cada minuto que pasaba, de angustia se llenaban todos los prados, mientras el tiempo se iba acabando para ella.....por alli pasaban claveles, claveles que al ver lo que sucedía se reían, se burlaban y se regodeaban delante de aquella rosa, ¿se lo tenía merecido?, es una pregunta tan buena como absurda.
Un misero trébol apareció para acabar con la vida de aquel clavel, un clavel sin sentimientos y con su destino escrito en su comportamiento, morir, ese era su destino, pues asi fue, murió.
Aquella rosa sobrevivió y sus petalos volvieron a recuperar su tono rojo fuego, aquella rosa se acercó a su mísero trébol, ¡ah no!, para ella ya no era mísero, y antes de que la diese tiempo a decir nada aquel trébol la hizo un signo de que no hablase, y él dijo: para ti ya no soy un mísero trébol, pero tu para mí si eres una mísera rosa.
Aquella rosa lloraba y lloraba mientras veía como su pequeño trébol se iba alejando......ahora aquel pobre trébol tendría que cargar con la muerte de un clavel en sus 3 pétalos........
La verdadera diferencia no es el aspecto, la verdadera diferencia es lo que se esconde detras de aquella máscara que todos llevamos, un cuerpo.......algo que no hemos elegido, que nos ha tocado por suerte o por desgracia, en cambio, dentro de ese cuerpo tenemos algo que si que nos diferencia de los demas...... .




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